Eros y Paideia. América latinaensayos de seducción

Laburpena

La globalización no ha tenido su traducción en una mayor ni mejor comunión entre los pueblos. La desmoralización creciente y un cierto cinismo que degenera en corrupción pública y privada, insolidaridad, anomia, escepticismo y deserción son los ingredientes para el triunfo de una moral ambigua. Se plantea pues, la necesidad de rescatar la idea de lo común, que no es ni público ni privado, con el propósito de proyectar objetivos que vayan más allá de la mera supervivencia, en la búsqueda de unas cuotas de bienestar, de buen vivir, para toda la humanidad. Difícil reto cuando la propia supervivencia de la civilización está en riesgo. Dentro de esa idea de «lo común» se plantea la defensa de «lo público» como el vehículo que garantice que «lo privado» no atente contra los derechos fundamentales. Se trata de una defensa de un «poder público» capaz de ponerse límites a sí mismo y de hacer frente a la «privatización del poder». América Latina ha sido y es un laboratorio histórico tanto para el análisis de la identidad como para la exploración política que puede ofrecer incontestables experiencias políticas de resistencia. El ensayo es el subgénero desde donde podamos estar en disposición de asumir la responsabilidad por el mundo, en la medida en que es el lugar de encuentro del pensamiento, la red donde concurren las disciplinas, donde se entretejen y regalan voluntades y proyectos. Se propone que la literatura es un espacio para la eugenesia pedagógica. Urge hoy una revolución que habría de pasar por conferirle al conocimiento un carácter transdisciplinar que integre olvidos epistemológicos programados por los grupos de poder hegemónicos. La paideia del siglo XXI quizá deba estar inspirada por el serio propósito de diseñar un auténtico proyecto de mundo.