Disfunciones psíquicas, tareas terapeúticas y efectividad de la psicoterapia

  1. Ezama Coto, Esteban
Dirigida por:
  1. Yolanda Fontanil Gómez Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 21 de diciembre de 2012

Tribunal:
  1. Marino Pérez Álvarez Presidente/a
  2. Mark Beyebach Secretario

Tipo: Tesis

Teseo: 335682 DIALNET lock_openRUO editor

Resumen

Disfunciones Psíquicas, Tareas Terapéuticas y Efectividad de la Psicoterapia. En esta Tesis se concibe la psicoterapia como un encuentro o sucesión de encuentros en el que uno o varios consultantes hablan con un terapeuta a propósito de algo que sucede y que es indeseable para él. El objetivo de la psicoterapia, la meta a la que los consultantes quieren llegar con la ayuda del terapeuta es la desaparición de los motivos de queja, la terapia es efectiva cuando los consultantes consiguen las metas de vida que se proponen alcanzar con ayuda del terapeuta, mediante la consecución de metas terapéuticas realizando tareas terapéuticas. El cambio que determina la eficacia de la terapia, y el que le importa al promotor de la psicoterapia (el cliente), es la consecución de metas de vida propias. La ayuda que los consultantes obtienen de los terapeutas es sólo una guía para construir los conocimientos que le permitirán percibir, emocionarse, pensar y actuar de una manera efectiva. La tarea del terapeuta es dar esa guía de manera útil para los consultantes, pero el trabajo terapéutico, el de cambiar su vida, lo hace el consultante solo y/o con otras personas que no son el terapeuta. Por esa razón en la psicoterapia se han de tener en cuenta dos tipos de escenas: i) aquellas en las que participa el terapeuta y ii) aquellas que o bien contienen los motivos de queja o bien están relacionadas con ellos. El consultante tiene un papel de agente en la terapia no sólo como constructor de la queja, si no como constructor de la solución. Por esta razón fundamental el modelo médico no resulta aplicable: el ¿paciente¿ ya es agente y tiene mucho que pensar, que explicar y que esforzarse para solucionar lo que le daña. Los conceptos de enfermedad, trastorno y síntoma, han de ser sustituidos de manera coherente. Para hacerlo proponemos los conceptos alternativos de disfunción, queja y fracaso y examinamos el carácter orgánico, biológico, de toda disfunción psíquica. La concepción del trastorno mental como objeto de estudio de la Psicopatología, la concepción de un criterio de normalidad puramente consensual, la desconsideración absoluta con la complejidad de la vida cotidiana, el simplismo radical de las explicaciones acerca de la actividad de los seres vivos, incluyendo a los seres humanos y la incongruencia entre cómo se considera uno a sí mismo como científico y cómo se considera uno a sí mismo como organismo, tiene repercusiones muy profundas, que contaminan desde la raíz la manera en la que el terapeuta concibe y ofrece su trabajo profesional. Una de las condiciones que definen una buena alianza terapéutica es el acuerdo mutuo en cuanto a metas y tareas terapéuticas. Con el objetivo de contribuir al estudio de los factores que promueven este ajuste, se explora el tipo de ayuda que las personas esperan obtener cuando acuden a psicoterapia. Se examinan inicialmente los informes de 33 consultantes sobre 67 sesiones acerca de sus preferencias sobre el trabajo a desarrollar en las mismas y se elabora una lista de las tareas que parecen relevantes en la resolución de los problemas. La posterior utilización de esa lista en 873 sesiones revela que los consultantes prefieren abordar tareas terapéuticas que les ayuden a planificar actuaciones, a entender lo que les ocurre y a valorar las posibilidades de cambio. También, que son importantes las tareas que ayudan a valorar actuaciones propias, tanto pasadas como planeadas, pero la importancia que otorgan a unas y otras clases de ayuda cambia dependiendo de lo cerca que se sientan de la solución de los problemas. La lista de nueve clases de tareas terapéuticas que resultan del trabajo parece agotar los tipos de conocimiento que un consultante puede requerir en una psicoterapia.