La necesidad de la comunión eucarísticaaspectos canónicos e implicaciones pastorales

  1. Guevara Membreño, Manuel de Jesús
Zuzendaria:
  1. Francisco José Campos Martínez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Pontificia de Salamanca

Fecha de defensa: 2019(e)ko iraila-(a)k 20

Epaimahaia:
  1. Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez Presidentea
  2. José San José Prisco Kidea
  3. Laura Magdalena Miguel Kidea
  4. Luis García Matamoro Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

La Comunión eucarística es el evento más excelso del cristiano en el que se une a Cristo haciéndolo partícipe de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo. Tiene como propósito ofrecer la vida eterna, “quien come mi cuerpo y bebe mi sangre, tendrá vida eterna” (Jn 6, 54); estas palabras que son la base de nuestro estudio causaron incomprensiones por el contexto cultural y religioso de la época en que fueron pronunciadas, por lo revolucionario de su propuesta. En estos dos mil años desde su institución, la Comunión eucarística ha sido entendida como alimento espiritual, prenda de vida eterna, viático para los enfermos y sobre todo como una intrínseca necesidad de comunión con Cristo y con la Iglesia. No obstante, esta práctica ha experimentado altas y bajas en su desarrollo histórico. No siempre el fiel cristiano se ha acercado a recibir la Comunión eucarística con la misma devoción y libertad con la que aparentemente lo hace hoy en día. Han sido muchas las razones que han afectado la voluntad del fiel a la hora de cumplir con este precepto. De muchas maneras podemos percibir que el tema de la Comunión eucarística ha tomado una progresiva relevancia en los últimos años. Es sorprendente el modo en el que los fieles han ido manifestando el fuerte deseo de recibir la Comunión eucarística, independientemente de las circunstancias en las que vivan o se encuentren. El desarrollo de la tecnología, la medicina y otras ciencias que han mejorado el modo de vida del hombre contemporáneo, nos cuestionan acerca de ciertas denegaciones de la Comunión eucarística, de modo particular a aquellos que se encuentran en peligro de muerte y tienen dificultades para ingerir alimentos, o a los que se consideraban menores de edad, o a quienes han sido diagnosticados con discapacidades psíquicas; en estos y otros casos quizás se esté actuando negligentemente. Por otra parte, muchas parejas que habiendo estado casadas en la Iglesia se han divorciado y contraído nuevos matrimonios civiles, buscan una declaración de nulidad porque tienen como principal motivación recibir la Comunión eucarística, desean tener un auxilio espiritual, estar en plena comunión en la Iglesia o simplemente quieren evitar cierto sentimiento de marginación en el momento en el que se distribuye la sagrada Comunión.