Enfrentamiento armado interno en Guatemalajustificaciones, autores y consecuencias

  1. Vásquez Toledo, Olmedo Aisar
Dirigida por:
  1. Felipe Ruiz Alonso Director/a
  2. Amparo Jiménez Vivas Codirectora

Universidad de defensa: Universidad Pontificia de Salamanca

Fecha de defensa: 23 de marzo de 2017

Tribunal:
  1. Vidal Alonso Secades Presidente
  2. Antonio Víctor Martín García Secretario/a
  3. Raquel Sánchez Ordóñez Vocal
  4. Fernando Martínez Vallvey Vocal
  5. Jesús Manuel Conderana Cerrillo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El 13 de noviembre de 1960 un grupo de militares se rebelaron en Guatemala contra el Ministro de la Defensa. Se trataba de reclamos por asuntos gremiales, más que de un alzamiento generalizado contra el gobierno. Sin embargo, la mayoría de observadores, analistas y protagonistas coinciden hoy que aquella rebelión se transformó paulatinamente en un movimiento subversivo de corte foquista, siguiendo el modelo que había triunfado recientemente en Cuba. Tal movimiento fue derrotado por las fuerzas gubernamentales, con apoyo de civiles del oriente del país. A partir de entonces, le resultó más difícil a la subversión continuar operando en esa región. Sin embargo, los sobrevivientes de aquel primer intento se convirtieron más tarde un movimiento terrorista, esta vez siguiendo el modelo de guerra urbana al estilo de Carlos Marighella, a base de actos terroristas y asesinatos selectivos en áreas citadinas. Fueron nuevamente derrotados, salieron exiliados a México y El Salvador, donde fueron contactados por miembros de Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), a la sazón el partido comunista guatemalteco, también en el exilio, quienes desde su derrota por el Movimiento de Liberación de 1954 acariciaban la idea de desarrollar un movimiento guerrillero. Como resultado del aquel contacto, se pactó que los guerrilleros aportarían su capacidad de operar en el campo, mientras el partido comunista proveería la ideología de lucha, apoyo internacional y recursos para mantener un conflicto prolongado. Dedicaron tiempo para organizarse en el extranjero, compenetrarse en la nueva estrategia de lucha, y prepararse para reingresar a Guatemala para trabajar su base social, conocer el terreno y continuar la lucha bajo la nueva concepción: el frente guerrillero. Luego de esta alianza, ¿era posible resolver las diferencias entre los guatemaltecos mediante el diálogo, la negociación razonable y la participación política? ¿O se tornó inevitable una confrontación armada? ¿Sería una revolución socialista el resultado inevitable de tal confrontación?