La participación del lector en la prensa escrita y en el periodismo digital. El cambio de modelo en las relaciones entre los medios de comunicación social y sus lectores
- Verdejo Delgado, José Antonio
- Gabriel Galdón López Director/a
Universitat de defensa: Universidad CEU San Pablo
Fecha de defensa: 05 de de maig de 2016
- Alfonso Javier Fernández del Moral President/a
- Leopoldo Abad Alcalá Secretari/ària
- Fernando Martínez Vallvey Vocal
- Leopoldo R. Seijas Candelas Vocal
- Porfirio Barroso Asenjo Vocal
Tipus: Tesi
Resum
Los denominados medios de comunicación social, apelativo que nos gusta citar completo y especialmente en estos tiempos en que la palabra medios o media simplifica el prisma desde el que ver el modelo de una institución vital para el desarrollo individual y social del ser humano, dibujan la realidad a la sociedad, a sus lectores; la prensa escrita en soporte papel y en la web, es mediadora entre realidad y lectores y, tradicionalmente, ha venido actuando de forma unidireccional hacia éstos, conformando, en cualquier caso, política, social y culturalmente nuestra sociedad. Durante mucho tiempo, demasiado, lo ha venido haciendo “en solitario”, esto es, obedeciendo al mandato implícito de los ciudadanos, pero dejando a estos, a los lectores, en un segundo plano, en nuestra opinión. Además, el trabajo de la prensa, de los medios de comunicación social, de sus profesionales, ha seguido durante décadas el esquema objetivista que pretendidamente ayudaba mejor a los individuos a poder formarse opinión y criterio para desenvolverse socialmente, narrándoles hechos fríos y mudos, suministrándoles datos, mostrándoles imágenes y buscando y obteniendo como único –casi– feedback social la buena (en general) marcha del modelo de negocio sobre el que se sustentaban dichos medios (lectores = ventas = publicidad = beneficios). Toda simplificación llama al error, pero parece claro que considerar pasivamente al lector ha sido el paradigma de su relación con la prensa. La irrupción –volcánica, meteórica, según Ramonet y otros autores– de las nuevas tecnologías en la generación y difusión de información periodística parecía abrir no solo ventanas, sino también puertas a la participación de los lectores. Se acuñan, incluso, presuntas nuevas profesiones como el ciudadano-periodista o el prosumer (productor y consumidor de contenidos). La libertad de expresión y el derecho a la información, derechos humanos fundamentales y que gracias a Dios han sido reconocidos y plasmados en las constituciones de los estados democráticos como el nuestro, son puestos en juego en el ejercicio diario de los medios de comunicación social. Y estos mismos textos constitucionales, desde luego en España, proporcionan la mayor garantía y respeto legal a los medios de comunicación social, otorgando a los titulares de estos medios de prensa –los medios de referencia estudiados en el presente trabajo, los diarios EL PAÍS, EL MUNDO, ABC y LA VANGUARDIA– una situación privilegiada para ellos y sus profesionales en el desempeño de tan preciosa profesión. Y en este punto se plantea la necesidad de apertura de los medios a su público, a sus lectores, para que la comunicación informativa, la información periodística sea completa y perfeccionada al abrir a los lectores vías efectivas, directas e indirectas, de participación en los medios. Por señalar, a modo de resumen, una de las conclusiones de la presente tesis, se pretende dejar claro que la existencia del anonimato en la participación de los lectores en los referidos medios de comunicación social –y por extensión en el resto– no tiene cabida en una pretendida comunicación informativa en la que los lectores no se identifican; además, la moderación, en su caso, de los diálogos entre los lectores cuando se deja a robots o sistemas automatizados, no logra que el referido diálogo, la enriquecedora participación, obtenga el fruto buscado: una mayor información periodística. Hay algunos medios, pequeños si se quiere al lado de los antes citados, que desarrollan su actividad informativa desde otros marcos, como se recoge en esta tesis. Sí, otro periodismo es posible.