El perdón próximoentre lo im-posible y lo difícil : una propuesta metaxológica del perdón entre la deconstrucción de Jacques Derrida y la fenomenología hermenéutica de Paul Ricœur

Resumen

El perdón como objeto de estudio y reflexión ha sido muy recorrido y explorado –aunque jamás agotado–, no tanto por la reflexión filosófica como por la teológica, ya que su ámbito ha sido más bien el de la fe religiosa. La confrontación directa del perdón con el mal culpable apela a la intervención de un ser capaz de enfrentar el mal en su radicalidad, capaz de juzgar y absolver el vínculo de la culpa, por eso con justa razón se ha asociado desde antaño a Dios, y más específicamente al Dios de la tradición abrahámica. Sin embargo, el perdón no es exclusivamente un fenómeno divino, también es profundamente humano; incluso es necesario que sea humano para brindar un espacio (además del teológico) a la esperanza y al sentido en medio de la crueldad de la ofensa; por eso es pertinente la reflexión filosófica. Ahí donde hay un afán humano la filosofía tiene mucho que admirar y que decir. Si bien la teología ha sido la «residencia» antigua y privilegiada del perdón, otras miradas de estudio se han visto atraídas hacia él durante los últimos años. La psicología, la sociología, el derecho, la política y la neurociencia, por ejemplo, han querido descubrir y profundizar aspectos del perdón que a cada una les resultan atrayentes. Así, se ha observado la implicación del perdón en la psique y el comportamiento humano, en las relaciones personales y sociales, en las leyes, en la aplicación de las sanciones judiciales, en el ejercicio de los gobiernos y su intervención ante la violencia, incluso en los movimientos neuronales del cerebro humano. Cada una de estas consideraciones coloca al perdón en una posición frontera. La filosofía no ha sido la excepción y ha desplegado su mirada –metafísica, ética, antropológica, etc.– sobre tan admirable e inquietante realidad.