La esperanza pedagógica en la experiencia vivida de los educadores. Un estudio fenomenológico-hermenéutico
- AYALA CARABAJO, RAQUEL
- Josép Antoni Jordán Director
Universidade de defensa: Universitat Autònoma de Barcelona
Fecha de defensa: 26 de maio de 2009
- Octavi Fullat Presidente/a
- Conrad Vilanou Torrano Secretario
- Petra María Pérez Alonso-Geta Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Resumen Esta investigación estudia la experiencia cotidiana de la esperanza que los educadores mantienen respecto de los niños y jóvenes confiados a su responsabilidad pedagógica. Se trata de un fenómeno del mundo de la vida pedagógica normalmente dado por supuesto, pero no tratado en profundidad. La investigación se plantea la descripción e interpretación del significado esencial de esta experiencia, es decir, aquello que hace que la esperanza sea lo que es. Al mismo tiempo, aspira a revelar el sentido y la importancia pedagógicos de la esperanza en el contexto de la práctica educativa cotidiana. Con este fine adopta la metodología fenomenológico-hermenéutica formulada por Max van Manen. Dentro de esta perspectiva de investigación se han usado métodos de recogida de la experiencia (de naturaleza más descriptiva) y métodos para el análisis-reflexión de la experiencia (de naturaleza más interpretativa). Básicamente, la experiencia se ha recopilado mediante descripciones de experiencia vivida (DEVs) ofrecidas por un grupo de educadores (maestros, profesores de instituto y de universidad, orientadores y madres de familia). Estas descripciones han sido profundizadas y re-editadas mediante entrevistas conversacionales. Otras fuentes de material experiencial han sido las descripciones personales, algunas escenas de una película y fragmentos de material literario. Al conjunto de material experiencial obtenido se le ha aplicado métodos de análisis inspirados en la fenomenología y la hermenéutica: el análisis temático y los métodos de la reducción (eidética, fenomenológica, hermenéutica, etc.). Como fruto de este trabajo reflexivo se han obtenido un conjunto de significados o estructuras esenciales del fenómeno. Estos significados se recogen en un texto fenomenológico donde se describe e interpreta de forma evocativa la naturaleza y el sentido de la esperanza pedagógica. Cabe destacar que el proceso completo de investigación se basa en un conjunto de supuestos epistemológicos inspirados en la fenomenología y la hermenéutica y alejados de formas tradicionales de concebir la investigación educativa (tanto desde perspectivas cuantitativas como cualitativas). En este sentido, por ejemplo, se concibe la competencia pedagógica como capacidad reflexiva y como tacto en la relación con los educandos, en vez de considerarla desde la perspectiva más usual y convencional. Esta investigación llega a desentrañar la naturaleza profunda de la esperanza como condición esencial para educar. Esta esperanza puede ser experimentada como una experiencia vivida en un momento determinado y/o como un modo de ser del educador. En este último caso, se desarrolla en base al esfuerzo reflexivo de actualización de ciertas convicciones pedagógicas-clave, tales como la capacidad que tienen los menores de cambiar y superarse a sí mismos y la eficacia de la influencia que tienen los educadores sobre ellos. Así también, requiere un auténtico compromiso y afecto por los educandos en un sentido pedagógico. La esperanza pedagógica se incardina en la realidad educativa, caracterizada por ser compleja y difícil, desarrollando una percepción alternativa de las personas y situaciones y orientándose por la búsqueda del bien pedagógico de los educandos. La esperanza da a los educadores una actitud de apertura hacia los niños y jóvenes y les predispone para: ofrecer genuinas oportunidades educativas, mantener la paciencia al mismo tiempo que la exigencia, generar expectativas positivas y movilizarle hacia una búsqueda de formas pedagógicas más adecuadas para responder a las necesidades de los educandos. La esperanza, además de ser una experiencia inefable, en el caso de los profesores tiene una existencia limitada al período de contacto directo con los alumnos, pero deja una huella profunda en la experiencia y mentalidad de los primeros. La importancia de esta experiencia se revela en los efectos que ha tenido y tiene sobre las vidas académicas y personales de muchas personas. Un educador con esperanza descubre el valor del aprendizaje y de los alumnos, ya que les ofrece la posibilidad de expresar sus potencialidades como aprendices y como personas, abre puertas para el trabajo educativo, genera confianza en el educando y en otros adultos relacionados, y hace posible transformaciones sorprendentes en el curso de las vidas académicas de muchos niños y jóvenes.