La dignidad de la persona en la obra de Elio Sgreccia

  1. PÉREZ BERMEJO, MARCELINO
Dirixida por:
  1. Justo Aznar Lucea Director
  2. Ginés Santiago Marco Perles Director

Universidade de defensa: Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir

Fecha de defensa: 15 de decembro de 2014

Tribunal:
  1. Germán Cerdá-Olmedo Presidente/a
  2. Gloria Maria Tomas Garrido Secretario/a
  3. Elena Postigo Solana Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 376456 DIALNET

Resumo

A Elio Sgreccia corresponde el mérito de ser considerado el ¿fundador¿ de la Bioética personalista, abandera dicha corriente ética, gracias a los senderos caminados con el apoyo de Juan Pablo II, y la institución a la que pertenece, la Iglesia Católica. La Bioética personalista tiene su fundamento en el respeto por la persona y por su dignidad, tal como lo expresa la ¿norma personalista de la acción¿: Persona est afirmanda propter seipsam et propter dignitatem suam. Tenemos el deber moral de respetar a la persona por su condición en sí misma y por la dignidad que le viene dada por su ¿estructura ontológica¿, tal como lo predicaba Wojtyla. La persona posee un valor en sí misma que denominamos ¿dignidad¿; por tanto, el llamado supremo en todo ser racional, en cada una de sus acciones, dinamizadas por el libre albedrío, es respetar ese paradigmático valor ontológico. Fue Karol Wojtyla, quien propuso el ¿principio personalista¿, y para quien la conciencia es el puente entre el modo metafísico del ser persona y la experiencia del modo de lo personal. La conciencia es irreductible a la mera función de las facultades de la voluntad y el intelecto, y juega un papel clave y constitutivo en la formación de la subjetividad personal humana, siendo Sgreccia quien incorporó el énfasis cognitivo del concepto de la dignidad como fundamento de los derechos de la persona, y sus consecuencias en los diferentes escenarios aplicados en el campo de la Bioética. Ambos autores pueden ser considerados los guardianes teórico-prácticos del concepto dignidad como fundamento de la persona, para los tiempos modernos en que la noción de persona y ser humano se halla envuelta en nubes filosóficas de confusión en razón a los avances de nuevas tecnologías, en especial de la genética. La obra de este autor es de vital importancia al momento de articular un concepto que trascienda las contingencias históricas. En este contexto, se ha analizarado la dignidad tomando como base teórica la obra de Elio Sgreccia. Pero dada su extensión, se ha acotado esta investigación al periodo 1994-2008, coincidente con el desempeño de la responsabilidad de Vicepresidente, en primer lugar y posteriormente Presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Una parte relevante de su obra es su Manual de Bioética, que en la parte teórica del texto destaca, por un lado el desarrollo desde la perspectiva personalista de dos conceptos fundamentales en bioética: la vida y la corporalidad y además en este texto propone una serie de ¿principios de bioética personalista¿ cuyo objetivo es superar los límites del principalismo de Beauchamp y Childress. El propósito de la presente tesis ha sido presentar el pensamiento de Elio Sgreccia acerca de la dignidad de la persona, con sus aportes filosóficos en textos y las nuevas concepciones de la Bioética, relacionados con temas candentes como la donación de órganos, células madre, objeción de conciencia y estado vegetativo permanente. Es decir, sus importantes visiones en torno a la Biomedicina y la ética, aunque bien es cierto que nunca ha sido intención de dicho autor elaborar una noción de persona propia. Sgreccia no ha hecho sino valerse de la clásica noción de persona elaborada por Boecio y confirmada y precisada por Tomás de Aquino: ¿substancia individual de naturaleza racional¿, o bien, el subsistente distinto en la naturaleza racional. La aportación personal a esta investigación viene caracterizada por la pretensión de poner en diálogo la contribución de dicho autor con las corrientes actuales de la bioética, convencidos de que poniendo en interrelación la obra de Elio Sgreccia con las corrientes dominantes se puede generar una transferencia de conocimientos, de la que está muy necesitada la sociedad de nuestro tiempo.